Cuando nos enfrentamos al impago de una deuda, ya sea después de agotar todas las vías extrajudiciales o no, la opción de recurrir a la vía judicial se vuelve fundamental para la recuperación del crédito. En este contexto, la Ley de Enjuiciamiento Civil ofrece diversos procedimientos, y uno de los más destacados es el Proceso o juicio monitorio. En este artículo, exploraremos en detalle cómo funciona este proceso y por qué puede ser una herramienta útil en reclamaciones de cantidad.

El juicio monitorio: Rápido, sencillo y eficaz

El juicio monitorio, establecido por la Ley de Enjuiciamiento Civil 1/2000, es una opción judicial diseñada específicamente para la reclamación de deudas sin límite de cuantía. Se presenta como un instrumento rápido, sencillo y eficaz, con altos índices de éxito en la gestión de cobros.
Presentar una petición inicial de pago es relativamente simple: con documentación básica que respalde la deuda (facturas, albaranes, contratos, etc.), se puede acudir al Juzgado correspondiente al domicilio del deudor. Una vez admitida la petición inicial de pago con la documentación pertinente, el Juez requerirá al deudor para que pague o dé explicaciones en un plazo de 20 días.

Opciones del proceso monitorio

Si el deudor no responde o no realiza el pago dentro del plazo establecido, el Juez emitirá un Auto declarando finalizado y archivado el Proceso Monitorio. Este Auto lleva consigo el despacho de ejecución, lo que significa que, de no realizarse el pago, se puede proceder a la ejecución forzosa frente a los bienes del deudor, ya sean presentes o futuros.
En caso de que el deudor se oponga alegando la no existencia de la deuda, el Juez archivará los autos del Proceso Monitorio y ordenará la continuación del trámite por el proceso declarativo correspondiente, ya sea verbal u ordinario, dependiendo de la cuantía.
Es importante destacar que, si la reclamación en el proceso monitorio supera los 2.000 €, en el proceso declarativo derivado de la oposición, será necesario contar con la intervención de abogado y procurador. Las sentencias resultantes de la oposición tienen efectos de «cosa juzgada» y son irrecurribles en segunda instancia cuando la cuantía no supera los 3.000 euros.

Fases de un juicio monitorio

Una vez admitida la solicitud de juicio monitorio, se le otorga al deudor un plazo de 20 días para pagar la cantidad adeudada o presentar un escrito de oposición. Si el deudor se opone, se abre un juicio declarativo, y la intervención de abogado y procurador es obligatoria si la cantidad reclamada supera los 2.000 €.
En caso de que la deuda sea inferior a 6.000 €, se resolverá mediante un juicio verbal; si es superior, se optará por un juicio ordinario.
Si el deudor no se opone pero tampoco paga en el plazo otorgado, se puede solicitar por escrito la ejecución forzosa de la deuda mediante el embargo de los bienes del deudor, con la intervención de abogado y procurador si la cuantía reclamada supera los 2.000 €.

Asesoramiento legal: Tu mejor aliado en un juicio monitorio

Aunque es posible iniciar el proceso monitorio por uno mismo sin abogado ni procurador, contar con el asesoramiento legal adecuado es fundamental. La práctica judicial implica aspectos procesales complejos que, manejados incorrectamente, pueden afectar el resultado del juicio.
En el despacho de abogados en Granada Rocío López de los Mozos, entendemos la importancia de proceder con un enfoque estratégico y profesional en los juicios monitorios. Desde la documentación inicial, hasta la ejecución forzosa, nuestro equipo legal está aquí para guiarte y asegurar que tus derechos sean protegidos. Recuerda que desde el despacho de Rocío López de los Mozos, estamos listos para ayudarte en un juicio monitorio y defender tus intereses legales con dedicación y experiencia.
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